Beber agua en el trabajo debería ser un simple hábito adquirido por todos, pero la realidad es que las elevadas cargas de trabajo y la presión a la que muchos estamos sometidos en nuestro día a día para cumplir con los plazos marcados hace que olvidemos cosas tan normales como beber agua.
“Olvidarnos de tomar agua durante nuestro horario laboral puntualmente por un pico de faena no es preocupante, pero si ese hecho se convierte en rutina y nuestra normalidad entonces tendremos un problema grave”
Y es que el agua activa todos los órganos del cuerpo, y de su correcta ingesta dependerá nuestra salud y nuestra energía durante todo el día. No sólo es contraproducente para nosotros, sino que para la propia empresa implicará un descenso en la productividad de sus trabajadores por la falta de hidratación.
Por todo ello cada vez son más las empresas que optan por poner a la disposición de sus empleados agua de forma gratuita con las máquinas de agua para oficinas que todos conocemos. No es casualidad, por lo tanto, ver este tipo de fuentes de agua en la mayoría de empresas en que hayamos trabajado.
Y si trabajamos en una oficina sin máquinas de agua deberíamos empezar a hacer una colecta entre todos los empleados para que los encargados de decidir sobre ello pongan un surtidor gratuito a nuestra disposición.
En muchas ciudades y pueblos, el agua del grifo pese a ser potable no es recomendable ya que tiene un exceso de cal y otros minerales que en cantidades abundantes no son buenos para nuestro organismo en el largo plazo. Es por ello que la solución en este tipo de situaciones acaba pasando por llevarnos nosotros mismos una botella de litro y medio para pasar el día, con el consiguiente coste personal que ello acarrea a final de mes. Tampoco hay que olvidar la molestia de estar pendiente de coger cada día una botella de nuestro hogar, cargarla hasta el trabajo y llevarla a reciclar al finalizar nuestra jornada laboral. Dependiendo del tipo de transporte que utilicemos, llevar una botella grande hasta el trabajo puede ser incluso una práctica molesta y, según sea nuestra complexión y edad, nociva para nuestra musculatura si no equilibramos pesos diariamente o no disponemos de una mochila adecuada para transportarla.
Por todos estos motivos, el uso más sostenible y saludable para el consumo de agua es el de disponer libremente de la que queramos en la oficina. Con ello, bastará con llevar siempre encima un botellín de medio litro por ejemplo para ir rellenándolo de la propia máquina de agua de la oficina siempre que tengamos sed o nos quedemos sin agua. Nos ahorraremos tiempo y dinero, y nuestra salud nos lo agradecerá desde el primer día.
Simple, saludable y económico.
“Olvidarnos de tomar agua durante nuestro horario laboral puntualmente por un pico de faena no es preocupante, pero si ese hecho se convierte en rutina y nuestra normalidad entonces tendremos un problema grave”
Y es que el agua activa todos los órganos del cuerpo, y de su correcta ingesta dependerá nuestra salud y nuestra energía durante todo el día. No sólo es contraproducente para nosotros, sino que para la propia empresa implicará un descenso en la productividad de sus trabajadores por la falta de hidratación.
Por todo ello cada vez son más las empresas que optan por poner a la disposición de sus empleados agua de forma gratuita con las máquinas de agua para oficinas que todos conocemos. No es casualidad, por lo tanto, ver este tipo de fuentes de agua en la mayoría de empresas en que hayamos trabajado.
Y si trabajamos en una oficina sin máquinas de agua deberíamos empezar a hacer una colecta entre todos los empleados para que los encargados de decidir sobre ello pongan un surtidor gratuito a nuestra disposición.
En muchas ciudades y pueblos, el agua del grifo pese a ser potable no es recomendable ya que tiene un exceso de cal y otros minerales que en cantidades abundantes no son buenos para nuestro organismo en el largo plazo. Es por ello que la solución en este tipo de situaciones acaba pasando por llevarnos nosotros mismos una botella de litro y medio para pasar el día, con el consiguiente coste personal que ello acarrea a final de mes. Tampoco hay que olvidar la molestia de estar pendiente de coger cada día una botella de nuestro hogar, cargarla hasta el trabajo y llevarla a reciclar al finalizar nuestra jornada laboral. Dependiendo del tipo de transporte que utilicemos, llevar una botella grande hasta el trabajo puede ser incluso una práctica molesta y, según sea nuestra complexión y edad, nociva para nuestra musculatura si no equilibramos pesos diariamente o no disponemos de una mochila adecuada para transportarla.
Por todos estos motivos, el uso más sostenible y saludable para el consumo de agua es el de disponer libremente de la que queramos en la oficina. Con ello, bastará con llevar siempre encima un botellín de medio litro por ejemplo para ir rellenándolo de la propia máquina de agua de la oficina siempre que tengamos sed o nos quedemos sin agua. Nos ahorraremos tiempo y dinero, y nuestra salud nos lo agradecerá desde el primer día.
Simple, saludable y económico.