Una de las formas más efectivas y globales de identificar nuestras ventajas competitivas y nuestros puntos a mejorar, impulsar o mantener es el diseño de una matriz DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades).
Toda estrategia de operaciones debería construirse a través de valoraciones objetivas y cuantificables del día a día de los procesos y estructura de una empresa vs la competencia. Meditar sobre nuestra evolución, cambios y mejoras está muy bien para ver la dirección que se está tomando y la efectividad de nuestras medidas.
“Ahora bien, sólo poniendo en contexto global nuestros datos seremos capaces de identificar qué es aquello que realmente está aportando rentabilidad al negocio y por dónde se nos están escapando los clientes”
Las escuelas de negocio empiezan a plantear algunas preguntas que todo empresario o emprendedor debería hacerse: ¿Por qué es tan importante la estrategia de operaciones? ¿Estoy en la línea adecuada? ¿Tengo claros mis objetivos? ¿Son cuantificables y medibles? ¿Estoy adaptándolos al contexto social, político o económico donde opera mi empresa?
La información con la que construyamos nuestra matriz DAFO u otro tipo de estudios de competitividad empresarial podrán ser internos o externos.
“Los datos internos son más fiables y menos sesgados, puesto que los habremos obtenido directamente de canales interrelacionados con nuestro negocio”
Incluiremos como datos internos aquellos generados por la propia empresa o sus stakeholders (especialmente clientes y proveedores). Indudablemente la información que extraigamos de nuestros clientes tendrá un valor muy elevado, pero no todo negocio es capaz de obtenerla, sobre todo para startups o emprendedores, puesto que no gozan de esa red todavía.
Para evitar esta falta de información, una alternativa altamente recomendada son las encuestas de opinión de terceros.
Podríamos pensar que esto la convierte en una fuente de información externa, pero al estar referido exclusivamente a nuestro negocio, propuesta y en el contexto económico que viven los encuestados, pasaría a ser de gran valor a nivel interno para la toma de decisiones y valoración de las 4 características de la matriz DAFO para nuestra posterior estrategia de operaciones.
Para casos de nuevas empresas o líneas de negocio, este tipo de encuestas prospectivas nos podrían decir qué nombres para la empresa son los más adecuados, qué precio estaría de media dispuesto a pagar la gente, qué servicio de atención al cliente exigirían, qué tiempo de entrega sería razonable…
“Esta información es oro para nuestra estrategia futura, y no son datos excesivamente complicados de obtener sobre una muestra representativa”
¿Qué son entonces las fuentes de información externas?
Serán todas aquellas que provienen de terceras empresas públicas o privadas que han desarrollado estudios de mercado relacionados con nuestro sector o actividad económica.
Encontramos encuestas y estadísticas de forma gratuita en varios portales del estado, también podría ser que otra empresa hubiera hechos públicos algunos datos o balance de sus últimos años. También hoy en día muchas empresas de marketing online generan material de calidad como infografías o artículos en que destacan los cambios de tendencias de muchas áreas de la economía.
Finalmente, también podremos acceder a la información deseada contratando una empresa privada para que nos lleve a cabo una investigación de mercado personalizada o genérica, o bien comprar un estudio que ya se haya llevado a cabo con anterioridad y mantenga su vigencia en el tiempo.
Cruzando los datos que hemos obtenido de ambas fuentes, internas y externas, conseguiremos situar todas las características únicas de la estructura de nuestra empresa en un contexto competitivo feroz. En base a ello definiremos nuestra estrategia de actuación, ya sea agresiva/ofensiva, defensiva, de supervivencia o de necesaria reorientación. Ése será nuestro punto de partida para conseguir que la configuración de nuestra estrategia de operaciones sea verdaderamente efectiva.
Toda estrategia de operaciones debería construirse a través de valoraciones objetivas y cuantificables del día a día de los procesos y estructura de una empresa vs la competencia. Meditar sobre nuestra evolución, cambios y mejoras está muy bien para ver la dirección que se está tomando y la efectividad de nuestras medidas.
“Ahora bien, sólo poniendo en contexto global nuestros datos seremos capaces de identificar qué es aquello que realmente está aportando rentabilidad al negocio y por dónde se nos están escapando los clientes”
Las escuelas de negocio empiezan a plantear algunas preguntas que todo empresario o emprendedor debería hacerse: ¿Por qué es tan importante la estrategia de operaciones? ¿Estoy en la línea adecuada? ¿Tengo claros mis objetivos? ¿Son cuantificables y medibles? ¿Estoy adaptándolos al contexto social, político o económico donde opera mi empresa?
La información con la que construyamos nuestra matriz DAFO u otro tipo de estudios de competitividad empresarial podrán ser internos o externos.
“Los datos internos son más fiables y menos sesgados, puesto que los habremos obtenido directamente de canales interrelacionados con nuestro negocio”
Incluiremos como datos internos aquellos generados por la propia empresa o sus stakeholders (especialmente clientes y proveedores). Indudablemente la información que extraigamos de nuestros clientes tendrá un valor muy elevado, pero no todo negocio es capaz de obtenerla, sobre todo para startups o emprendedores, puesto que no gozan de esa red todavía.
Para evitar esta falta de información, una alternativa altamente recomendada son las encuestas de opinión de terceros.
Podríamos pensar que esto la convierte en una fuente de información externa, pero al estar referido exclusivamente a nuestro negocio, propuesta y en el contexto económico que viven los encuestados, pasaría a ser de gran valor a nivel interno para la toma de decisiones y valoración de las 4 características de la matriz DAFO para nuestra posterior estrategia de operaciones.
Para casos de nuevas empresas o líneas de negocio, este tipo de encuestas prospectivas nos podrían decir qué nombres para la empresa son los más adecuados, qué precio estaría de media dispuesto a pagar la gente, qué servicio de atención al cliente exigirían, qué tiempo de entrega sería razonable…
“Esta información es oro para nuestra estrategia futura, y no son datos excesivamente complicados de obtener sobre una muestra representativa”
¿Qué son entonces las fuentes de información externas?
Serán todas aquellas que provienen de terceras empresas públicas o privadas que han desarrollado estudios de mercado relacionados con nuestro sector o actividad económica.
Encontramos encuestas y estadísticas de forma gratuita en varios portales del estado, también podría ser que otra empresa hubiera hechos públicos algunos datos o balance de sus últimos años. También hoy en día muchas empresas de marketing online generan material de calidad como infografías o artículos en que destacan los cambios de tendencias de muchas áreas de la economía.
Finalmente, también podremos acceder a la información deseada contratando una empresa privada para que nos lleve a cabo una investigación de mercado personalizada o genérica, o bien comprar un estudio que ya se haya llevado a cabo con anterioridad y mantenga su vigencia en el tiempo.
Cruzando los datos que hemos obtenido de ambas fuentes, internas y externas, conseguiremos situar todas las características únicas de la estructura de nuestra empresa en un contexto competitivo feroz. En base a ello definiremos nuestra estrategia de actuación, ya sea agresiva/ofensiva, defensiva, de supervivencia o de necesaria reorientación. Ése será nuestro punto de partida para conseguir que la configuración de nuestra estrategia de operaciones sea verdaderamente efectiva.